Yo estaba con alguien que no me acuerdo quién es. Estábamos escapando de algo, que tampoco me acuerdo qué era. Estábamos en un lugar que era como un barrio, una especie de suburbio con muchas casas pegadas y una sola calle. Yo seguía por esa calle, que en un momento era un callejón sin salida. No tenía a dónde ir. En eso llegan mi tío y mi tía en un auto, que en vez de chapa estaba cubierto de tela, como si fuera un acolchado con flores rosas sobre fondo blanco. Ellos empiezan a chocar el auto contra un portón y entran en el patio de una casa. Siguen así atravesando varias casas. Yo los sigo caminando. Cuando estoy en un patio un gato me ataca. Me muerde la mano. Yo lo agarro y lo reboleo por sobre la medianera hacia otro patio para que no me ataque más. Sigo caminando y el gato me muerde de nuevo, esta vez con más fuerza. Estoy sobre el techo. Reboleo el gato y miro hacia dónde es mejor tratando de que le cueste más volver. El gato vuelve con una velocidad increíble y me muerde de nuevo. Ya no veo el auto de mi tío. Sólo veo los techos y los patios.